Todos se van, de Wendy Guerra
Nieve. Curioso nombre para una niña que nació y vive en Cuba. Si la travesía de la infancia a la adolescencia no siempre es un camino de rosas, para alguien que siente una intensa soledad, que ve cómo todos los que están a su lado la van abandonando puede llegar a ser un viaje lleno de dificultades. En las tenues y sórdidas orillas de la miseria cubana, Nieve emprenderá su vuelo hacia la pubertad apenas protegida por una barra de labios y un proyecto de falda bien corta.
Es lo que dice la contraportada de la novela que acabo de leer, pero hay mucho más. Hay olores, sonidos y recuerdos; y también un relato que nos mete en un ambiente que no conocimos, algo alejado del tiempo y del espacio en el que nosotros estuvimos allí.
Hay una narración cuyo lenguaje va evolucionando a medida que el diario de la protagonista la acompaña en el tiempo y que acaba en pura poesía y pura introspección desesperada.
Yo sigo devorando, sin prisas pero sin pausas, todo lo que hace referencia a Cuba. Ya os lo dije, algunos viajes me duran mucho.
Reseñas:
periodistadigital.com
El Pais.es Cultura
Cubaliteraria
2 Comments:
Tomo nota. Me encanta encontrar de vez en cuando tus nuevas perlas también en este blog. Me gusta que no nos dejes olvidar.
Tanto tiempo después, estoy leyendo "Todos se van". ¿Algún día volveremos de Cuba? ¿voveremos a Cuba?
Publicar un comentario
<< Home