Santa Clara - La Habana 04/10/2005

Es una sala de estilo moderno, donde no falta la llama perpetua y donde se exige y se presta un comportamiento respetuoso, rayano en lo venerable. Parece que un acuerdo entre los gobiernos de Cuba y Bolivia permitieron que, durante un tiempo limitado, el gobierno cubano excavara en la zona donde tuvo lugar el último combate en busca de los restos mortales del Ché y sus compañeros. A punto de finalizar el plazo, y con la ayuda de los lugareños, los encontraron finalmente.
La otra parte del Mausoleo aloja un museo con documentos, armas, pertrechos y efectos personales pertenecientes al Ché y a sus compañeros en la lucha del frente de la sierra de Escambray.

A continuación visitamos el monumento al Ataque al Tren Blindado, un episodio bélico que permitió la conquista de Santa Clara y el avance definitivo de las tropas del Ché sobre La Habana.
Vimos escolares en el Mausoleo y vemos más aquí. La verdad es que da gusto verlos, tan limpios, tan uniformados, tan formales dentro de su natural carácter revoltoso...

Entramos por el túnel que cruza la bahía de La Habana por debajo del Castillo del Morro y la sensación es una mezcla de modernidad e historia, una sensación diferente a la que produce la Habana Vieja y el Malecón. Más auténtica, más viva y más real
Llegamos al Hotel, nuevamente el Hotel El Bosque, y se produce una situación extraña que no he terminado de analizar. Parece como que el viaje ha terminado y cada uno va a su bola. Desaparece el grupo como tal y todos tomamos decisiones personales sobre qué hacer a continuación.

Comemos una pizza y una cerveza mientras Abilio nos sigue ilustrando sobre Cuba, sus gentes y sus costumbres. Le dejamos marchar en busca de su mujer y seguimos caminando hacia los lugares emblemáticos: La Floridita, la calle Obispo, la plaza de la Catedral, la plaza de Armas y ya anocheciendo la plaza Vieja donde nos reuniremos todos.

El regreso al hotel nos regalará dos nuevas experiencias. Las fotos nocturnas del Capitolio y la carrera de cocotaxis, algo divertido donde lo haya.
3 Comments:
Es cierto que se diluyó un poco el grupo. Yo, personalemente, necesitaba ese paseo solitario.
Tengo una foto casi idéntica a la que has puesto. Y me enancta.
Estaba esperando tu día 4 y no me daba cuenta de que estaba en su sitio natural, antes del día 5, creo que necesito una ducha fría, y, si me apuras, un par de hostias.
¡Qué exagerado eres!
Por cierto, la foto del diluvio es fantástica. Es el encuadre justo para que se note la lluvia.
Jo, este blog lo voy a leer más de una vez, cada vez que quiera soñar con el viaje a Cuba. Me están entrando ganas de salir pa'llá. jajaja.
Abrazos.
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