05 noviembre 2005

Trinidad 01/10/2005 - II

Bueno, un día de descanso.... más para unos que para otros.

La mañana se ha levantado soleada y brillante. No hemos madrugado mucho y nos vamos a la playa, aunque Miguel y yo iremos a dar un vistazo y regresaremos a Trinidad. Preferimos las fotos en la ciudad que el descanso en la playa.

Playa Ancón es una península alargada muy próxima a Trinidad. La pueblan algunos hoteles de "todo incluido" y algunos lugares para los cubanos; y en uno de ellos nos tomaremos la primera bucanero del día.

De regreso a Trinidad, Abilio nos dejará en la estación del ferrocarril, donde sestea un viejo tren de vapor que hace (o hacía) un recorrido turístico por el Valle de los Ingenios, otro lugar turístico de la zona. Por lo visto, el ferrocarril se construyó en esta zona de Cuba durante la colonia española antes de que se construyera la primera línea en España con el objeto de transportar la caña de azúcar y sus derivados.

Regresamos a Trinidad y comienza nuestro lento caminar foto arriba y foto abajo. Llegaremos pronto al centro del pueblo y visitaremos el Museo de la Lucha contra los Bandidos que recoge fotos, documentos, objetos, mapas y maquetas del periodo de lucha de los revolucionarios, instalados en el poder, contra los anticastristas financiados desde Miami y que poblaron las sierras de la isla.

Una visita interesante que nos libra del primer chaparrón. El cielo se ha cubierto de nubes negras que pasan veloces dejando la ciudad mojada, un encanto más que podemos disfrutar en los ratos en los que el Sol vuelve a aparecer.

Miguel y yo tomaremos unas cervezas a mediodía, en un bar-restaurante donde nos encontraremos a Paco y a Horhe un rato después. Comeremos una hamburguesa y llegaremos a la Casa de la Trova para tomar café.

No hay café, tampoco hay clientes. Los miembros de un grupo musical -que debería estar tocando pero no lo hace por falta de público- se ofrecen a facilitarnos el ansiado café. Así ocurre, sigue diluviando, pero nosotros hemos encontrado el lugar donde pasar la tarde.

Pasan los musicos y pasan los mojitos o los tragos de ron. Llegarán las chicas y seguiremos oyendo música y tomando. Se llenará el local, Paco y Horhe están en su salsa, ya conocen y nos presentan a sus amigos. Llegarán también Sara, su amiga y sus chicos. Parecemos una gran familia.

No es mal sitio este para pasar esta tarde lluviosa y desapacible.

Sin embargo, Miguel y yo dejaremos la Casa de la Trova para ir a nuestra cita con Rosa Nivia y Reinaldo Márquez, son los músicos con los que estuvimos ayer y a los que les prometimos volver para hacer algunas fotos que pudieran utilizar para las carátulas de su nuevo CD. Paco nos ha dejado su flash y hacemos algunas fotos.

Pero sobre todo, charlamos con ellos y con el marido de Rosa, que quiere vivir del mundo de la fotografía, busca un minilab, nos cuenta lo caro que es revelar fotos en Cuba. Aspiraciones, ilusiones, esperanza de que les den el permiso para salir de Cuba y hacer una gira por Europa. Esperan noticias de su empresario esloveno.

Se nos pasa el tiempo como una exhalación, tenemos que irnos. Hoy somos los anfitriones en la cena (durante nuestra estancia en Trinidad, cada día cenamos y desayunamos al día siguiente, en una de las tres diferentes casas en las que nos alojamos, para poder hacerlo juntos).

Llegamos tarde, pero son indulgentes con nosotros y nos vamos a comer este pargo de 12 libras que ayer pescó Mario con su barca. Lo hará relleno de langosta y camarón pero seguramente nuestra tardanza lo ha dejado un poco seco. O será que hemos comido mucho pargo, mucha langosta y mucho camarón y no lo he disfrutado tanto como era de prever.

Mario tiene una barca y puede navegar y pescar en una franja cercana a la costa y plagada de pesca. Le acompaña su hijo y un marinero. Esa actividad y el alojamiento de turistas le permiten formar parte de una nueva clase social cubana: los que manejan el peso convertible y tienen un nivel de vida mucho más desahogado que el resto de la población, que malviven con alegría resignada sujetos al peso cubano y a la escasez y poca variedad de los economatos gubernamentales. Baste decir que el pago por el alojamiento y el desayuno de un día en estas casas particulares es superior al sueldo mensual de un médico especialista.

Están sujetos a control gubernamental y pagan impuestos por sus rendimientos, pero con todo se nota que viven mejor que el resto. Es la rendija por la que se cuela el incipiente capitalismo.

1 Comments:

Blogger Arturo said...

Empiezo por el final. Hay muchas agencias que te facilitan la contratación por internet. Busca en Google por casas de aluiler en Cuba y te harás una idea.

A nosotros nos organizó las cosas Odalys, amiga de un amigo de Miguel y ahora amiga nuestra. Miguel (Michaval) tiene su contacto.

Nosotros pagamos 20 CUC por habitación y día, entre 3 y 4 por el desayuno y las comidas variaban, pero creo que se movían alrededor de los 12-15 CUC (que alguien me corrija, especialmente el tesorero de la expedición). A grandes rasgos, un CUC equivale a un USD.

Cuba no es barata para los turistas, nada barata. Otra cosa son los paquetes todo incluido en los que puedes encontrar algo mejor fuera de temporada. Pero contrariamente a lo que pueda parecer visto el nivel de vida de la isla, cuesta tanto como en un país capitalista.

27/11/05 20:05  

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